Las propiedades cosméticas del aceite de oliva nunca han pasado desapercibidas. Las descubrieron los egipcios hace 5000 años para dar masajes y para cuidar e hidratar la piel y el cabello.
También se dice del aceite de oliva, que fue el primer calmante que se utilizó para aplacar determinador trastornos cutáneos. Los griegos y los romanos elaboraban ungüentos especiales con las hojas de olivo y su aceite para atletas y luchadores. Entre la lista de beneficios cosméticos podemos citar:
- Es una fuente rica en ácidos esenciales que ayudan a restaurar los niveles naturales de la humedad de la piel.
- Contiene vitamina A, D y K; y más vitamina E que cualquier otro tipo de aceite. Esto lo convierte en un poderoso antioxidante para combatir la formación de radicales libres, responsables del envejecimiento.
- Además de proteger la piel frente a factores ambientales externos, también la hidrata y mantiene la estructura de la dermis consiguiendo así una mejor regeneración y mayor firmeza.
- Posee propiedades nutrientes, regeneradoras, suavizantes, relajantes, tonificantes y cicatrizantes.
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